La vajilla de melamina se elabora mediante un proceso especializado que da como resultado productos hermosos, duraderos y aptos para alimentos. Echemos un vistazo a los pasos necesarios para crear estas elegantes piezas.

1. Etapa de diseño

El viaje comienza con la etapa de diseño. En este caso, se debe pensar detenidamente en la determinación de los tipos de vajilla que se producirán, como platos, platillos, tazones o fuentes para servir. Tampoco se consideran factores como la profundidad, el ancho y la apariencia general.

Para facilitar el proceso de diseño, Shunhao Factory emplea software avanzado que ayuda a seleccionar los colores y patrones apropiados para la vajilla. Este software también genera representaciones 3D, que se utilizan para crear moldes de fundición para los productos finales. Durante esta etapa creativa, el énfasis está en el uso de colores temáticos atractivos y patrones cohesivos.

2. Etapa de producción

Una vez finalizado el diseño, comienza la fase de producción. El material principal utilizado es la melamina, una resina de alta calidad. A diferencia de otros plásticos, una vez moldeada, la melamina conserva su forma de forma permanente.

Shunhao Factory emplea una prensa hidráulica para dar forma a las placas de melamina. Estas prensas generan una presión inmensa, capaz de ejercer hasta 300 toneladas de fuerza con un solo empujón. El compuesto de melamina en polvo se coloca en el molde y la prensa hidráulica presiona la parte superior del molde hacia abajo. Bajo esta tremenda presión, la resina se forma y transforma a un estado sólido, sin necesidad de calor excesivo.

Cuando se levanta la prensa hidráulica, el resultado es un plato o cuenco de melamina sólido y brillante, perfectamente moldeado con la forma deseada.

3. Agregar los toques finales

Una vez que las placas de melamina han alcanzado su estado final de curado, se someten a tratamientos adicionales para mejorar su apariencia y seguridad. Algunos platos tienen pigmentos mezclados con la melamina durante el proceso de producción, lo que da como resultado platos con colores sólidos. Sin embargo, para los platos que requieren diseños o patrones especiales, se aplican pinturas aptas para alimentos y luego se vidrian para mayor seguridad.

En esta etapa, la vajilla de melamina está lista para su uso. Estos productos son livianos, resistentes y están diseñados para durar, lo que garantiza muchos años de disfrute para quienes usan estos exquisitos platos y vasos.